Emilio y su empresa, y su riqueza, y su capricho, y su empresa otra vez, que es la empresa de su madre, de Doña Emilia, claro. Y el dinero, siempre es el dinero.
El domingo se —¡joder! ¡mierda!— El domingo se acaba de joder entero.

Ramón ha llamado, eran malas noticias: el inmigrante en situación irregular —“el negro, ¡el puto negro, joder!”— se acaba de caer dentro de la máquina de despiece. Sí. Se está desangrando en el suelo del taller —“¡no! ¡Al hospital, no! Nada de hospitales”— y tenemos que hacer algo.
“Don Emilio, tenemos que hacer algo”.

El tiempo corre. Las consecuencias de tus acciones esperan.

¿O no?

Tic, tac.

Texto premiado con el galardón internacional ACoTaciOneS en la caja negra 2024 (Fundación SGAE, Red Escénica, Espacio Inestable)

𝘗𝘳𝘰𝘺𝘦𝘤𝘵𝘰 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘢𝘱𝘰𝘺𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘊𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘙𝘦𝘤𝘶𝘳𝘴𝘰𝘴 𝘌𝘴𝘤𝘦𝘯𝘪𝘤𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘗𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘈𝘴𝘵𝘶𝘳𝘪𝘢𝘴

𝘗𝘳𝘰𝘺𝘦𝘤𝘵𝘰 𝘴𝘶𝘣𝘷𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘔𝘪𝘯𝘪𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘊𝘶𝘭𝘵𝘶𝘳𝘢, 𝘗𝘰𝘭𝘪𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘓𝘭𝘪𝘯𝘨𝘶𝘪𝘴𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘺 𝘋𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘎𝘰𝘣𝘪𝘦𝘳𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘗𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘈𝘴𝘵𝘶𝘳𝘪𝘢𝘴; 𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘍𝘶𝘯𝘥𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯 𝘔𝘶𝘯𝘪𝘤𝘪𝘱𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘊𝘶𝘭𝘵𝘶𝘳𝘢, 𝘌𝘥𝘶𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯 𝘺 𝘜𝘯𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘗𝘰𝘱𝘶𝘭𝘢𝘳 𝘥𝘦𝘭 𝘈𝘺𝘶𝘯𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘟𝘪𝘹𝘰𝘯